La raza del cerdo Duroc aparece en Estados Unidos en el siglo XIX del cruce de las razas Old Duroc y Red Jersey. Se ha ido expandiendo poco a poco en todo el mundo y está presente en mucha de la carne y embutidos que consumimos de forma habitual. Además, presenta casi el 90% de los jamones de alta calidad en el mundo.
Este tipo de porcino es de piel rojiza con abundante pelo liso, puede llegar a pesar hasta 350kg y son alimentados en régimen intensivo y con piensos de cereales como cebada, maíz, trigo y avena.
La carne de estos embutidos es de máxima calidad, apenas sueltan agua quedando una carne jugosa, tierna y con un intenso sabor. Además, este animal tiene un alto índice de infiltración de grasa siendo muy positivo para su transformación en embutidos.
El cerdo Duroc tiene grandes beneficios nutricionales que aportan sabor y jugosidad. Su carne es baja en sodio y una gran fuente de minerales, vitaminas, proteínas y potasio.
Gracias a su genética, podemos hablar de productos de alto valor organoléptico y sensorial, y por ello, está seleccionado como un producto gourmet.
Incorpora este tipo de carne a tu cocina con sabores intensos como la pimienta, la cebolla y el cilandro. Asimismo, la carne fresca es ideal para guisos y asados.
En resumen, gracias a su rusticidad, su tierna y jugosa carne, su proporción músculo-grasa y su buen sabor, es una de las carnes más valoradas y demandas en el mercado. Cada vez cobra más fuerza en la gastronomía española al ser una carne exquisita y que favorece al sistema nervioso y muscular.